Dermatólogos alertan sobre el aumento de pacientes con caída de pelo después de la infección por Covid-19. Recomiendan no automedicarse.
El 30 de mayo del 2021 hice parte de los 20.217 colombianos que dieron positivo para Covid-19. En resumen, lo sentí como una gripe particularmente extraña. Mi caso no requirió hospitalización, pero presenté algunos síntomas agudos, como fiebre de 39.5 grados y dificultad para respirar.
Afortunadamente mejoré y me sumé a los más de cuatro millones de recuperados que hay en el país, todo estaba aparentemente normal pero empecé a notar que cada vez se me caía más el pelo.
Le pedí una cita a mi dermatóloga, la doctora María Andrea Ocampo (egresada de la Pontificia Universidad Javeriana), y me dijo que “el estrés que generan las enfermedades o una hospitalización, la ansiedad, depresión o el insomnio pueden afectar el ciclo capilar e inducir caídas”. Ocampo también es tricóloga (campo especializado de la medicina que se ocupa del estudio de las enfermedades, anatomía y funciones del pelo) de la Universidad de Lyon y de la Universidad de Alcalá.
Además, hablé con otros expertos y consulté estudios para saber si este coronavirus tenía algo que ver con la caída del pelo. Según la médica dermatóloga Isabel Cristina Cuellar, coordinadora de la especialización en Dermatología de la Universidad Javeriana, es normal que se caigan alrededor de 100 y 200 pelos del cuero cabelludo al día, aunque no lo percibamos.
El Covid-19 prolongado
Los efectos del Covid-19 pueden durar hasta seis meses después de haberse contagiado. Un artículo científico publicado en la revista Nature Medicine reveló que en Estados Unidos el 32.6 % de los pacientes reportaron síntomas persistentes, en Europa el 87,4 % y en China el 76 %. Entre las afecciones más comunes está fatiga, dolor muscular, ansiedad, depresión, dificultades para respirar y… caída del pelo.
Otro artículo científico divulgado en The Lancet describió los efectos a largo plazo de 1.733 pacientes dados de alta en el hospital Jin Yin-Tan en Wuhan, China. El 63 % afirmó presentar fatiga o dolor muscular, el 26 % problemas de sueño, el 22 % caída de pelo y el 11 % desordenes en el olfato, entre otras afecciones.
La literatura publicada hasta el momento obtiene la información por medio de llamadas telefónicas a los pacientes que estuvieron hospitalizados. Eso quiere decir que la mayoría de los estudios no tienen en cuenta a pacientes como yo, que no ingresaron a un hospital, pero que aún así presentaron caídas de pelo atípicas.
Luego de revisar estos estudios, descubrí que lo que me sucedió es más común de lo que yo creía y que, como yo, puede haber millones de personas preguntándose si su caída de pelo tiene o no que ver con el coronavirus.
¿Qué tiene que ver el pelo con el Covid-19?
Varios dermatólogos y tricólogos manifiestan que sus interconsultas incrementaron a raíz de caídas severas de pelo en pacientes recuperados de Covid-19.
El doctor Sergio Vañó, dermatólogo y director de la Unidad de Alopecia (pérdida anormal del pelo) del Hospital Ramón y Cajal en Madrid, España, comentó en su twitter que la caída de pelo relacionada con Covid-19 es común.
La dermatóloga Ana Claudia Rivas, internista y jefa de residentes del Servicio de Dermatología del Hospital de Clínicas en Asunción, Paraguay, también advirtió el aumento de casos y la importancia de consultar un especialista.
“Ahora es muy frecuente ver pacientes que consultan después de haber tenido Covid-19 o estar encerrados por las cuarentenas. Esto se debe a una caída masiva por una alteración en el ciclo folicular (efluvio telógeno). Lo que significa que los folículos pilosos (abertura en la superficie de la piel en la que el pelo crece) entran de forma prematura en una fase de reposo y caída”, explica mi dermatóloga María Andrea Ocampo.
Para la doctora Cuellar, la principal causa de la caída del pelo después del coronavirus es el estrés. Sin embargo, no se debe descartar la inflamación generalizada que produce la infección, incluyendo la que ocurre en la piel como órgano involucrado en la respuesta sistémica por el virus.
“el Covid-19 produce una respuesta inflamatoria generalizada aguda, además de una desregulación del sistema inmune. Esto puede ocasionar alteraciones a nivel del sitio del folículo donde se da el crecimiento del pelo. Por otro lado, la literatura muestra que quienes presentan esas caídas son los pacientes que tuvieron un grado de covid moderado o severo, es decir, quienes estuvieron en hospitalización o en una unidad de cuidado intensivo”, expone Cuellar.
Después de escuchar a las dermatólogas pensé en mi caso. Si bien es cierto que no me hospitalizaron, sí presenté síntomas agudos. Además, el encierro, la angustia y el miedo de tener un peligroso virus pudo desencadenar mi caída de pelo.
¿Qué recomiendan personas expertas?
La primera recomendación es asistir a una consulta dermatológica para poder estudiar cada caso particular. “El virus puede tener múltiples afectaciones. Se puede alterar la parte endocrinológica, por eso hay que revisar la tiroides. También estudiar si el paciente está anémico y mirar cómo están los niveles de ferritina (proteína encargada de transportar, liberar y almacenar de forma controlada el hierro)”, sugiere Cuellar.
Otro punto en el que es enfática la dermatóloga es en no automedicarse y tener cuidado con los consejos que rondan en internet, sobre todo porque muchos responden a fines comerciales y no médicos.
Lo importante, dice Ocampo, es mantener la calma, consultar a un especialista, no dejarse de lavar el pelo y no detener los tratamientos que se estén llevando a cabo. Además, es tratable.
La causa de la caída de mi pelo fue estrés y, con un tratamiento dermatológico formulado por la doctora Ocampo, estoy superando la situación. Aunque la recuperación es lenta, al parecer, voy por buen camino.