El país quiere revivir la adjudicación de nuevos proyectos petroleros para darle nueva vida a la actividad en Colombia. Así lo va a hacer la ANH.
Una de las principales preocupaciones que tiene hoy el país, desde una perspectiva económica, es la paulatina reducción de sus reservas de crudo y la poca actividad para cumplir el objetivo de aumentarlas.
Muchos factores explican estas circunstancias. En un primer momento, el duro choque que sufrió la industria, por cuenta de la caída drástica en los precios de los combustibles a partir de 2014, implicó que muchos proyectos se quedaran a mitad de camino y que las compañías petroleras decidieran no realizar mayores inversiones. A esto se sumó, en el caso particular de Colombia, la enorme oposición por parte de algunas comunidades a los proyectos petroleros. El dilema de petróleo o agua se tomó a muchas ciudades que empezaron a convocar consultas populares para decirle “no” a la explotación de recursos básicos como los minerales y los hidrocarburos.
Esto significó que en los últimos cuatro años Colombia haya prácticamente congelado su política para la adjudicación de nuevos proyectos de exploración.Esa es la única vía eficaz para que un país logre establecer su verdadera riqueza minera y petrolera y se ponga en la tarea de explotar esos recursos.
Todo parece indicar que este año esta situación va a cambiar. Así lo ve el presidente de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), Luis Miguel Morelli, que tiene como meta que antes de julio próximo se adjudiquen 20 bloques en distintas partes del país, por la vía de un nuevo mecanismo llamado “proceso competitivo permanente”.
Para el Presidente de la ANH, la Corte Constitucional dejó en claro que los proyectos mineros o petroleros no se pueden detener por la vía de una consulta popular. Según la sentencia conocida a finales del año pasado, es claro que se necesita un proceso de “coordinación y concurrencia” mediante el cual tanto el gobierno central como los territorios logren acuerdos sobre los proyectos y su incidencia.
La ANH ya expidió el procedimiento para tal mecanismo de concertación que permitirá superar la incertidumbre jurídica.
Sobre esa base, ya es posible iniciar la adjudicación de nuevos bloques para avanzar en los procesos de contratación. Entonces, las empresas reiniciarán la actividad de exploración en nuevas áreas.
Ese proceso es lo que deberá iniciar en los primeros días de febrero y que ha sido llamado “proceso competitivo permanente”, pues se trata de un mecanismo abierto, al que tendrá acceso cualquier actor de la industria en cualquier momento: si una empresa se muestra interesada en alguna zona, podrá presentar una propuesta en cualquier momento y hacerse al derecho de explorarla.
Para ello fue necesario actualizar el mapa de tierras que hoy establece con toda claridad las zonas donde hay prospectiva y se podría iniciar tareas de exploración.
El primer gran paquete de proyectos está conformado por 20 bloques que tienen completa la información técnica, ambiental y social. La ANH va a abrir el dataroom de estos bloques y se iniciará la adjudicación, que deberá ocurrir a mediados de año.
“Llevamos 4 años sin nuevos contratos para exploración. Esto afectó gravemente la actividad sísmica. Además, la producción cayó”, explicó Morelli.
Con estos 20 bloques, se dará reinició a la actividad de contratación de nueva exploración y sísmica en una importante área del país. En total, 43 municipios están ubicados en la zona de influencia de estos 20 bloques, ubicados a lo largo del país.
Luego de adjudicadas las 20 áreas, se mantendrá abierto el proceso competitivo permanente para cualquier otra zona disponible. Todas las compañías pueden consultar el mapa de tierras que está disponible en la página web de la ANH, decidir en cuál quisiera estar para hacer tareas de exploración y presentar su propuesta.
Le sugerimos leer: La producción de petróleo en el país creció 3,8% en noviembre
Colombia viene enfrentando enormes desafíos en su sector de hidrocarburos. Durante los últimos años, el precio del crudo se derrumbó y eso golpeó fuertemente a todos los actores del sector. De hecho, el país recibió un impacto considerable, pues una tercera parte de sus exportaciones se vino al piso y cerca de $22 billones en recaudo fiscal se perdieron por esa coyuntura.
Por eso se puede decir que en las anteriores vigencias, la actividad de exploración y explotación de hidrocarburos en Colombia tocó fondo.
Dada esa situación se hace necesaria una estrategia de nuevas adjudicaciones acompañada de otra clase de medidas. Por ejemplo, se está tratando de encontrar salida para los casos de empresas a las que se les habían adjudicados bloques en las rondas anteriores, pero que por distintas razones no pudieron cumplir con sus compromisos de inversión. Dentro de las salidas que se piensa está la de pasar las obligaciones de inversión a otros contratos o a nuevas áreas.
Colombia tiene que recuperar la actividad de su sector petrolero. La tarea de la ANH apenas comienza y será clave que logre victorias tempranas.
Las cifras del sector
La exploración petrolera en Colombia recibió un duro golpe por cuenta de la caída en los precios internacionales de los hidrocarburos. Hacia 2008, justo antes de la crisis financiera mundial, el crudo alcanzó un precio récord cercano a los US$140 el barril. Luego, por cuenta de la recesión mundial, el producto tuvo un ajuste y cayó a niveles cercanos a los US$30 el barril.
Durante los primeros años de esta década, los hidrocarburos recuperaron terreno y hasta mediados de 2014, subió hasta un precio cercano a los US$114. Desde entonces y durante prácticamente dos años, el petróleo se desplomó nuevamente y cayó hasta cerca de los US$28 el barril. En esa montaña rusa, Colombia sintió el duro impacto, pues sus exportaciones cayeron prácticamente en US$30.000 millones y los ingresos fiscales cayeron en cerca de $22 billones. Todo por cuenta del choque en los precios del crudo.
A esto se le sumó la caída en los niveles de producción. Luego de unos buenos años en precios, el país logró un millón de barriles por día, récord en toda su historia. Pero, la caída en los precios llevó a una reducción en las inversiones de las firmas petroleras y la producción cayó casi hasta los 850.000 barriles diarios. Por esto es que Colombia necesita reactivar su producción de crudo.
Foto: Según publicación en Dinero